martes, 3 de mayo de 2016

¿Hacia donde va la basura electrónica?


La fabricación de productos electrónicos ha crecido en los últimos años debido a los nuevos diseños que reducen la vida útil de los artículos. Este recambio genera grandes cantidades de desperdicios que exigen un tratamiento diferenciado de la basura tradicional porque contienen sustancias peligrosas para la salud y el ambiente. En la producción se utilizan compuestos como el cromo, que es cancerígeno; el cadmio que afecta a los riñones y los huesos; el mercurio que daña al cerebro y el sistema nervioso; el plomo que provoca deterioro intelectual, daños en los sistemas nervioso, circulatorio y reproductivo; los retardantes de flama que son neurotóxicos y deterioran el aprendizaje y la memoria.

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